Te pasa qué te preocupas por cómo te ves, qué te vas a poner, qué comes, que debes empezar a hacer ejercicio, que vas a buscar un mejor trabajo, que vas a mejorar la relación con tu familia o pareja. Sin duda todo lo anterior nos ayuda a estar y sentirnos mejor, pero ¿Qué hay con lo que piensas y lo que sientes? ¿Qué significa realmente cuidar tu salud mental?
Hoy en día, escuchar sobre el tema de salud mental no es nada raro, cada vez se habla más abiertamente del tema y de lo importante que es para la vida diaria.
Tú ¿Alguna vez te has detenido a pensar en tu salud mental? Si no, échale un ojito a esta nota para que veas que tan importante y tan común es este tema en nuestro día a día.
¿Por qué la salud mental es tan importante?
Porque todos los días vivimos cosas, algunas pueden ser padres otras no tanto y ahí viene lo bueno del asunto, no sólo se trata sonreír a la vida y creer que por eso eres feliz, sino de muchas cosas más: el cómo nos relacionamos con los demás o con nosotros mismos, el manejo de nuestras emociones, pensamientos, sentimientos, problemas con la familia, los amigos, la pareja, el jefe, nuestros compañeros de trabajo, las tareas, exámenes, redes sociales, cómo enfrentamos y resolvemos nuestros problemas, en fin…
Todas las situaciones que vivimos sean buenas o malas pueden influir en nuestra salud mental y afectarnos más de lo que pensamos y si no les prestamos atención, pueden pasarnos factura.
¿Qué puede afectar nuestra salud mental?
Échale un ojito a esta lista quizá encuentres una o más de una que sean parte de tu vida:
- Relaciones complicadas: Las relaciones interpersonales pueden influir mucho en cómo nos sentimos, ya sean amigos, pareja, familia, jefe, compañeros del trabajo. Discutir, tener problemas o a veces vivir en la indiferencia con alguno de ellos puede generar ansiedad y tristeza. Aguas con la toxicidad de las personas, si duele o lastima, a veces es mejor tomar distancia y sanar.
- Presión social: Las expectativas de los demás, lo que vemos en con nuestros amigos, familia, en el trabajo o en redes sociales nos pueden hacer sentir que tenemos que cumplir con ciertos estándares. La comparación constante con otras personas puede ser súper tóxica.
- Estrés escolar: La presión de entrar a una escuela, las tareas, exámenes, y, sacar buenas calificaciones pueden agotar a cualquiera. Muchas veces se nos exige entrar a una escuela, ser los mejores, pero ¿Es realmente lo que quieres? Si no hay que platicarlo con tus papás no pasa nada, Y si es lo que deseas, hay que aprender a lidiar con el estrés de manera saludable.
- Incertidumbre sobre el futuro: No saber qué hacer con nuestra vida, qué estudiar, a qué dedicarnos en el futuro o cuánto tiempo tendremos chamba, puede generar angustia. Y es completamente normal sentirnos perdidos a veces.
Y a todo esto ¿Qué significa realmente cuidar tu salud mental?
Pues en concreto y para que lo pongas en práctica, cuidar de tu salud mental es tomar las riendas de ti y adoptar hábitos que ayuden a mantener en equilibrio tu bienestar emocional, psicológico y social. Esto incluye aprender a manejar el estrés, lidiar con los desafíos diarios, tener una buena autoestima, y saber cómo reconocer y gestionar nuestras emociones como la tristeza, el estrés, el enojo o la ansiedad. Implica también conocer tus límites, marcarlos cuando así lo necesites, pedir ayuda cuando sea necesario y construir relaciones saludables con los demás.
Sabemos que no es fácil, pero tú lo vales y puedes ir empezando de poco en poco, empieza cambiando pequeñas cosas e ir aumentando el grado de dificultad mientras vas avanzando, quizá no notes de inmediato los cambios, pero tú continúa esforzándote, cuando mires hacia atrás verás que lo que no notabas que había cambiado, se convirtió en un gran avance.
Hay te van unos tips que te ayudarán a cuidar tu salud mental
- Cuida tu alimentación: Una dieta equilibrada influye en tu salud mental. Alimentos ricos en omega-3, frutas y verduras pueden mejorar tu estado de ánimo.
- Haz ejercicio: El ejercicio libera endorfinas, las “hormonas de la felicidad”. Caminar, bailar o cualquier actividad física que disfrutes te hará sentir mejor.
- Duerme lo suficiente: Un buen descanso es fundamental para tu bienestar emocional. Trata de dormir entre 7 y 9 horas cada noche.
- Medita o haz ejercicios de respiración: La meditación y la respiración profunda te ayudan a reducir el estrés y la ansiedad. Solo necesitas unos minutos al día para notar la diferencia.
- Habla con alguien de confianza: Compartir tus emociones con un amigo, familiar o terapeuta puede aliviar el estrés y la ansiedad.
- Rodéate de personas positivas: Tus amistades influyen en cómo te sientes. Busca rodearte de personas que te apoyen y te hagan sentir bien.
- Haz cosas que disfrutes: Dedica tiempo a actividades que te hagan feliz, como leer, ver una serie, escuchar música, practicar un hobby.
- Aprende a decir “no”: No está mal poner límites. Decir “no” a situaciones o compromisos que te causan estrés es parte del autocuidado. No es sencillo al principio, pero poco a poco te vas sintiendo con menos cargas y más libre de andar quedando bien con todo mundo y tú siempre haciéndote a un lado.
- Tómate descansos: No sobrecargues tu mente. Tomar pequeñas pausas durante el día, especialmente en épocas de mucho trabajo, es vital para mantener la energía y claridad.
- Desconéctate del trabajo o estudios: Establece un horario y respétalo. Después de tus tareas, dedica tiempo a relajarte y disfrutar de tu tiempo libre.
- Organiza tu tiempo: Tener una agenda o lista de tareas te permite evitar el caos y sentirte más en control de tu vida.
- Establece límites con las redes sociales: Limitar el tiempo en redes sociales te ayuda a evitar la sobrecarga de información y las comparaciones constantes.
- Aprende algo nuevo: Estudiar o aprender una nueva habilidad estimula el cerebro y mejora tu confianza.
- Evita andarte comparando: Cada persona tiene su propio camino, sus propias vivencias y experiencias, créeme esa persona que miras como alguien con una vida perfecta, también la pasa mal y también tiene temas que resolver . Compararte con los demás solo aumenta el estrés y la frustración.
- Mantén una rutina: Tener una rutina diaria te da estructura y ayuda a reducir la incertidumbre, lo que puede disminuir la ansiedad.
- Escribe un diario: Anotar tus pensamientos y sentimientos puede ayudarte a liberar tensión y a reflexionar sobre lo que te preocupa.
- Sé amable contigo mismo: Trátate con la misma compasión que tendrías con un amigo o con alguien que estimas mucho. Evita andarte diciendo “soy un@ tont@” “otra vez la volví a cagar”, recuerda que los errores son parte del proceso y está bien tener días malos.
- Practica la gratitud: Dedica unos minutos al día para agradecer las cosas buenas que tienes. Esto mejora tu estado de ánimo y te ayuda a enfocarte en lo positivo.
- Pide ayuda profesional si lo necesitas: Buscar ayuda de un psicólogo o terapeuta es una opción saludable y valiosa cuando te sientes abrumado.
¡Ánimo! Normaliza trabajar en ti, en tus emociones, escúchate, escucha tu cuerpo, reconecta contigo, con tu espacio, con el ambiente, con la gente, intenta ir paso a paso para hacer estas mejoras en tu vida y si de plano hay algo que se te dificulta o que te genera una situación de estrés, ansiedad o inestabilidad emocional no dudes en buscar ayuda profesional.